El 911 es el número de teléfono para emergencia, creado en
los Estados Unidos de Norteamérica en 1963. Solo puede usarse para
emergencia de violencia intrafamiliar, crímenes, robo, fuego, médico,
desastres. Inmediatamente se marca en E.U., responden al llamado la
policía, bomberos y médicos. Se salvan miles de ciudadanos al año.
Miles de dominicanos, especialmente ancianos, viven solos y
ante una situación de emergencia, no hay un 911 al cuál recurrir como
se tiene en las verdaderas democracias. Por eso, tenemos que crear
nuestro propio 911 con familiares y amigos, como hacemos con el inversor
para la electricidad, el pozo para el agua, y así con todos los
servicios que el Estado debería suplir.
La democracia es un sistema para defender los derechos del
ciudadano, Es para proteger al hombre y mujer de trabajo, ancianos y
niños, de los atentados de los delincuentes y criminales.
Vivimos en una sociedad basada en tecnología de alta
velocidad. Por esto, la sociedad de hoy se basa en la rapidez. Estamos
asistiendo, a la muerte de la sociedad lenta. Los primeros en adquirir
destrezas de tecnología de alta velocidad son los violadores de la ley,
criminales, asaltantes y estafadores.
Si los organismos del Estado, defensores de los
ciudadanos, tienen tecnología y habilidades más lentas que las de los
violadores de la ley, estos últimos toman el control de las calles.
Para perseguir delincuentes barriales, que dominan todos
los callejones, se compraron motocicletas Harley-Davidson caras y
diseñadas para supercarreteras. Hoy vemos a soldados con fusiles de alto
calibre en las esquinas, para los mismos delincuentes, donde un solo
disparo podría matar un inocente a varios kilómetros. Esto les produce a
los delincuentes el mismo temor que las Harley. Sería más elegante un
soldado con una macana, un radio, un pito y una motocicleta salta monte
y sin faltar una línea 911 que responda en forma real al llamado.
Tan angustiante situación, reclama a nuestra clase
política asumir nuevos rumbos, porque se han preocupado por tener
grandes habilidades financieras, pero pocas estrategias tecnológicas,
teniendo por resultado del referido proceder, que todos los problemas
que requieren habilidades tecnológicas, los políticos no han encontrado
reales soluciones, como ha sido el caso de la electricidad, el
transporte y la seguridad ciudadana.
Si nuestros líderes políticos, y sobre todo aquellos que
tienen la oportunidad de dirigir nuestras entidades estatales, se
reeducaran en ciencia y tecnología, comprenderían mejor esta sociedad
tecnológica y se transformarían en innovadores, para así convertirse
en eficaces agentes y promotores del desarrollo y la paz social.
Gracia a que el presidente Danilo Medina tiene formación
como químico, ha comprendido que el 911 es un recurso de alta
tecnología, ideal para reducir crímenes, robos, abusos y muertes en más
de un 80 porciento. Por esto emitió el decreto 17-13 que declara de
interés nacional el establecimiento de un Sistema Integrado de
Emergencias y Seguridad (911).
Debemos unir esfuerzos por un eficiente sistema 911, como
garantía de la paz que los dominicanos y las dominicanas nos
merecemos, además, para que sea un apoyo para la fuente generadora de
riquezas que es el turismo, como instrumento vital para ofrecer a los
turistas deseosos de disfrutar nuestras envidiables playas y recursos
naturales junto a nuestro apetecible sol, ya que lo más importante para
ellos es la seguridad.
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