La tanda extendida del Colegio Don Bosco, el Oratorio Don Bosco.
Llegue al Don Bosco desde Castillo, mi pequeño pueblo en San Francisco
de Macorís, a los diez años. Fue duro, pero la tanda extendida del Don
Bosco, con sus juegos variados, me enseñaron a disfrutar una nueva vida.
La escuela clásica, al estilo industrial, ha sido muy seria y muy
dura. Es muy parecida a un largo túnel en donde vamos pasando por puntos
de supervisión, y en donde la diversión y el juego se consideran
irrespetuosos.
Hagamos una gran revolución en la educación, coloquemos el juego como
el centro de la educación. La tecnología que se ha desarrollado en
estos últimos años está centrada en el juego y la diversión. Usando
estas tecnologías, los amigos que estamos separados, ahora disfrutamos
comunicándonos y jugando a distancia.
Niños de dos y tres años aprenden los números, el abecedario y otras
habilidades intelectuales jugando con la nueva tecnología. Estamos
arribando a la realidad virtual, y el juego será el principal
instrumento de educación.
La seriedad es interesante, pero no será el centro de la educación en
los próximos años. Los maestros que hemos centrado nuestra capacidad
en ser buenos supervisores del proceso educativo, seremos desplazados, y
esto ocurrirá en un tiempo tan rápido, que no tendremos tiempo para
admirarnos.
Los países desarrollados nos ganaron la carrera de la revolución
industrial, lograron tener mejores fabricas, mejores universidades y
lograron el bienestar para sus pueblos. Hoy, a la puerta de una nueva
revolución digital, no podemos permitir que se nos vayan adelante, y lo
primero tendríamos que hacer es transformar nuestro obsoleto sistema
educativo, heredado de una revolución industrial que cuando llego a
nosotros ya se hacía obsoleta.
Vamos a divertirnos en la educación. Demos libertad a nuestros
estudiantes, para que expresen su creatividad, para que sean
emprendedores, para que le pierdan el miedo a los educadores, a las
escuelas y a la educación en general.
Adoptemos la tecnología de la educación moderna, multimedia,
mutitasking. Dejemos que los niños jueguen más y desarrollemos métodos
educativos en el juego tecnológico.
Abramos las puertas amplias del juego en las escuelas, prioricemos
el deporte y dejemos que entre en el aula. Impulsemos a los maestros
a que jueguen, para que se fortalezca la amistad y la competencia sana y
creativa.
Las escuelas dominicanas han sido amuralladas, ahora están más
separadas de sus comunidades que nunca. Separadas física y
espiritualmente. Hagamos de la escuela el centro de juego, el centro
del deporte de la comunidad. Con esto haremos una revolución y
lograremos una ventaja competitiva con los demás países que se queden
con el sistema educativo clásico.
No podemos ir a la escuela a buscar información, hace tiempo que este
dejo de ser el centro de la información y muchos maestros no lo saben.
Movamos su centro hacia el deporte y hacia el juego.
Doy gracias a mis dos almas mater, el Colegio Don Bosco y la UASD,
por la tanda extendida, allí pude jugar y divertirme. Estas
instituciones no le tienen miedo al juego.
Cambiemos la conducta de todos. ¡¡Vamos a jugar!!
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