miércoles, 19 de noviembre de 2014

Lo que sí puede ayudar al mundo

Estamos en el mes de enero, es el momento más apropiado para hacer nuestra agenda de todo el año. Debemos ser cuidadosos al establecer nuestras prioridades y objetivos.
Al hacer nuestra agenda del año la elaboramos en torno a trabajar, trabajar para hacer dinero y olvidamos que lo más importante es el amor que nos permite mantener unida la familia, las amistades y la patria.
La sociedad industrial de comienzo del siglo pasado insistió tanto en que seamos eficientes, que hemos dado como algo natural guiarnos por estas ideas y hemos construido una sociedad centrada en el dinero y en el trabajo.
Debemos estar alertas al hacer nuestra agenda del año, debemos incluir el amor en el mismo centro de esta agenda.  Al definir nuestra misión y visión, lo mismo que nuestros valores, el amor debe estar en un lugar especial.
Todos estamos buscando el éxito y esto es correcto,  pero un éxito vacio de amor no es un éxito verdadero. El amor no solo es una emoción, es la base sobre la cual debemos levantar nuestra paz y felicidad.
Como dijo el ministro británico Benjamín Disraeli, ¨Todos nacimos para el amor. Este es el principio de la existencia y su único fin.”
Vivimos en una sociedad que se ha vuelto loca por el dinero y para conseguirlo, o trabajamos como maniáticos o hacemos cosas que destruyen la vida civilizada, olvidando familiares y amigos.  No nos sorprende que en China hayan dictado una ley que obliga a los hijos poner en su agenda la visita a sus padres y abuelos ancianos para darles amor.
El amor amplia la inteligencia y desarrolla la creatividad. Trabajar con amor es trabajar con inteligencia. Trabajar con enfrentamientos y peleas  reduce la inteligencia y mata la creatividad y la innovación. Debemos unir el amor con el trabajo.  El amor es necesario para el éxito en el trabajo, en las relaciones y el éxito en la familia.
Estamos tan sumergidos en el trabajo, lo colocamos en el centro de la agenda  y no tenemos espacio para compartir con la familia y los amigos. Estas relaciones necesitan espacio para que los miembros estén juntos, sin lo cual los lazos comienzan a desintegrarse.
Las ideas de   eficiencia fueron asimiladas por la sociedad industrial  completa,  y atrajo la violencia en el estado, en la familia y en la escuela, desplazando la virtud más preciada: el amor. Debemos agendar el amor, practicarlo diariamente e incluirlo en el sistema educativo. Sin temor a equivocarnos podemos decir que esta es la forma más efectiva de combatir y erradicar la violencia.

Los temblores de tierra en el país seguirán siempre

El 3 de marzo pasado ocurrieron varios temblores en el nordeste que llenaron de pánico la población de Nagua, Samaná, Castillo y agrietaron algunas edificaciones.  Estos temblores siempre han ocurrido y siempre ocurrirán por que las causas permanecerán activas por siglos. Lo inteligente es prepararse para que no produzcan daños a vidas y a propiedades.
En 1946, justo en el nordeste, ocurrió un terremoto de 8.1, el más grande registrado en la región del Caribe en toda su historia. Me decía el señor Piantini, secretario del dictador, que en ese instante, un domingo a las 1.30 pm. y cuando tomaba algunas notas, de repente el palacio se estremeció completamente, y su jefe continuó el dictado como sí nada ocurriera.
Doña Aidé Mena, de Conuco, Salcedo, también me  contó que se encontraba en misa con la iglesia llena,  era un domingo día de las hijas de María, cuando a las doce el padre terminó la misa y cerró la iglesia para continuar la celebración después de las dos de la tarde, todos se fueron a almorzar y vieron llenos de pánico como la iglesia de San Francisco de Macorís se derrumbaba. Nadie murió, estaba vacía.
Hacía apenas algunos años que el físico sismólogo Charles Richter había desarrollado su escala para medir los terremotos por lo que la sismología como ciencia daba sus primeros pasos en el estudio de las leyes de la mecánica del temblor.
Cuando la ciencia física en el siglo XX giró toda su  metodología, leyes y teorías, hacia el planeta Tierra, un grupo de físicos se dedicó a estudiar la electricidad y el magnetismo del planeta, mientras otros estudiaban su gravedad, y otros las ondas que recorrían su interior, se logró entonces una imagen del interior y  el exterior de la Tierra que permitieron conocer su anatomía y su fisiología.  Así es como de todo este esfuerzo, en el año 1966, en una conferencia internacional, nace y se acepta con entusiasmo la teoría de las Placas Tectónicas.
Se acepta que la Tierra tiene una gran dinámica interior, y que su exterior, que parece quieto y estático, en realidad se mueve y su parte exterior rocosa está rota en grandes bloques conocidos como placas tectónicas, que tienen su movimiento independiente entre sí.  Una teoría que da sencillez y elegancia a la explicación de la mayoría de los fenómenos que observamos, incluyendo el terremoto.
De acuerdo a la teoría de las placas tectónicas, el terremoto de 1946 lo mismo que los temblores recientes, se deben al poderoso empuje existente entre la Placa Norteamericana y la Placa del Caribe, esta última soportando nuestra isla.
Del choque de estas dos Placas se levantan las montañas del nordeste y cada movimiento se expresa con un temblor y se producen además hundimientos como es el caso de la fosa de  Milwaukee, el lugar más profundo del océano Atlántico.
Entender los temblores, es entender la física de las ondas. Una onda es un ente que transporta energía, aceleración, cantidad de movimiento, impulso sin la necesidad de transportar masa, sólo una vibración que se mueve a alta velocidad oscilando casas y edificios a su paso.
Mientras estas placas se estén empujando, como se detecta por los terremotos que ocurren, lo mejor que podemos hacer es vigilar y aumentar la calidad de nuestras casas, escuelas y hospitales, pues de que seguirán, seguirán.

El talón de Aquiles de República Dominicana

Aquiles enfrentó a Héctor frente a la ciudad de Troya, en un combate a muerte, donde Aquiles venció.  Su gran agilidad, gracias a su talón, le permitió superar al gran guerrero Troyano, símbolo de la dignidad, el valor y la humildad.
Aquiles entró vencedor a Troya y una flecha envenenada penetró el talón, su punto vulnerable, el cual le daba la  ventaja sobre contendores que parecían invencibles; y de esta forma murió Aquiles.
La República Dominicana con sus 1288 kilómetros de costas y playas tiene también su talón de Aquiles.  Nuestras playas con su sol, sus oleajes, sus arenas, nos dan una ventaja que nos permite enfrentar sin temor a países gigantescos.
Hace años, la riqueza nacional, se salió de los cañaverales, con su dependencia y esclavitud, y se ha movido rápido y ágil, hacia la industria turística, donde la sonrisa es lo más importante.
Cada año, cuando en el norte comienzan a caer las primeras nieves, miles de turistas ricos, se mueven hacia el sur, buscando sol, playa y seguridad.  Los Estados Unidos de Norteamérica, como país inteligente y desarrollado, le ha vendido a estos turistas la Florida, donde han construido su segunda casa y donde pasan de cinco a seis meses dejando miles de millones de dólares.
Nosotros presentamos a los turistas sol y playa, pero no hemos tenido la inteligencia, ni la habilidad para ofrecerles el tercer elemento, que es la seguridad, la cual el turista rico valora más  que el sol y la playa, ahora vendemos el servicio de todo incluido, que es el turismo pobre que apenas deja recursos.
Cuando el gobierno elabora las políticas de barrio seguro, no dejo de sorprenderme, pues al gobierno se le olvida una política de playa segura, de turista seguro y es como sí cuidáramos los nuevos, pero no la gallina.
Cada turista que es asaltado o muerto en nuestro país, es un atentado contra la principal industria nacional, generadora de riqueza, bienestar y paz para todos.  No lo debemos permitir.
Debemos cambiar el ciclo de pobreza, de  crímenes y asalto a turistas; maestros, policías y jueces mal pagados; por el ciclo de riquezas, turistas seguros;  maestros, policías y jueces bien pagados y felices.
A la agenda de barrio seguro, debemos agregarle la agenda de playa segura y turista seguro. Debemos instalar el 911 a la mayor brevedad.  Seamos inteligentes, cuidemos nuestro talón como lo ha venido proponiendo el Consejo Regional de Desarrollo (CRD) durante dos décadas.

El iPad dominicano

El 27 de enero 2010 Steve Jobs introdujo al mercado la tableta ipad, ese día movió el eje de la humanidad varios grados y colocó la ciudad de Copertino de California en el centro de las capitales del mundo, donde se generan grandes ideas de creatividad e innovación.
En el 2011 entré a la librería Borders de la ciudad de Naples,  Florida, como lo hice por más de  cinco años y me extrañó que esta librería estuviera vacía, sin ningún visitante.  Un año después, esta gran cadena de librerías cerraba sus puertas. Así comprendí que el libro digital había llegado para quedarse junto al iPad.
El iPad ha  hecho revolucionar todo, colocó en las manos del usuario, el internet, una biblioteca de cientos de libros digitales, fotografías, música y miles de aplicaciones de juegos y de trabajos profesionales. Ha forzado la desaparición de grandes librerías y bibliotecas.
En algunos años, con este dispositivo en manos de la población, será extraño el uso de papel, todos usaremos la libreta digital del iPad o sus similares y su gran biblioteca de libros y aplicaciones.  Este dispositivo en su desarrollo, eliminará el uso de papel e incluso el uso intensivo del computador personal.
El gobierno de Corea del Sur decidió orientar todo su sistema educativo alrededor de la tableta. Con esto, Corea del Sur está eliminando el uso del papel en las escuelas.
Ver a los niños dominicanos cargados con sus mochilas llenas de mascotas, de las cuales sólo usan algunas páginas, y de libros, de los cuales sólo leen los capítulos introductorios, hace pensar lo atrasado que estamos, pues ya la biblioteca  y la libreta digital han girado para siempre el futuro de la humanidad.
En los años 70 Steve Jobs soñaba  con que cada hogar tuviera su computadora.  Su sueño se hará realidad cuando cada ciudadano del mundo tenga su propio iPad y vivamos definitivamente en un mundo digital.
Debemos soñar en que no lejos de hoy, cada niño dominicano  y cada niña dominicana asistan a las escuelas llevando en sus manos el iPad u otra tableta, olvidando para siempre su pesada mochila.

Cuidemos la naturaleza, pero cuidémonos de ella

Leí  siendo adolescente, de nuestro poeta  nacional Pedro Mir: “Hay un país en el mundo colocado en el mismo trayecto del sol oriundo de la noche…”
Hoy, ya adulto, sé que nuestro país alimenta en gran parte su presupuesto de los turistas oriundos de la nieve que nos visitan, buscando nuestra hermosa trayectoria de luz y calor. Pero también sé que nuestro país, a diferencia de otros países de la región, se encuentra en la ruta de los huracanes, en la ruta de los terremotos y  en la ruta de las tormentas eléctricas.
Entonces, es un deber, una responsabilidad, desarrollar un plan estratégico que tome en cuenta estas fuerzas de la naturaleza que en algunos aspectos nos enriquecen pero en otros pueden causar grandes daños, tanto al turismo como a la infraestructura física.
Todos los años tenemos la temporada de huracanes, en ella recibimos muchas lluvias, pero también muchas tormentas eléctricas, de las cuales debemos cuidarnos, pues matan animales, derriban árboles, hieren y matan personas.
En las tormentas eléctricas se producen los rayos, que en realidad son un chorro de cargas eléctricas que pueden ser positivas o negativas. En términos sencillos, un rayo es el salto de una chispa que se puede dar entre dos nubes con cargas de signos contrarios o entre la nube y el suelo, siendo estos últimos de los que debemos cuidarnos.
Cuando se produce el rayo, se producen dos ondas al mismo tiempo, una de luz que llamamos relámpago, que viaja a la velocidad de la luz, llegando en tiempo cero desde el lugar del rayo hasta nosotros y otra de sonido que llamamos trueno que viaja a la velocidad del sonido y llega a nosotros más lentamente. Esta diferencia entre las dos ondas, la de la luz y del sonido, nos permite calcular la distancia del rayo. Si es cercano, debemos tomar medidas extremas de precaución.  Si contamos tres segundos, luego de la ocurrencia de un trueno, es que el rayo ocurrió a un kilómetro. Estamos entonces en la zona de alto riesgo.
La electricidad es una de las ramas que la Física más estudia y la mejor comprendida hasta el momento.  El rayo es una corriente eléctrica que cumple con todas las leyes de la electricidad estudiada en física.
El planeta tierra es una esfera cargada con carga negativa. La naturaleza trata de que esta carga eléctrica de la tierra permanezca constante pero por diferentes procesos la tierra pierde esta carga y entonces los rayos son el mecanismo mediante el cual la naturaleza le devuelve esta carga a la tierra.
Los lugares puntiagudos son los puntos preferidos donde se acumulan las cargas eléctricas, de tal manera que sí estamos en una llanura y en esta solo hay un árbol, la densidad de carga eléctrica en este árbol será mayor, por lo que sí un rayo va a caer, la probabilidad indica que lo hará sobre el árbol, de manera que sí estamos en una tormenta eléctrica en ese lugar,  lo inteligente sería alejarnos del árbol.  Si estamos en una finca de cacao, lo inteligente es colocarnos debajo de los árboles bajos.
Si nos encontramos en una llanura, como puede ser un campo de arroz, no debemos ser el punto más alto en ese campo, pues atraeremos el rayo, debemos entonces colocarnos en cuclillas hasta que pase la tormenta.
El agua pura es muy mala conductora de la electricidad, pero mezclada con impurezas, como el sudor humano, es muy buena conductora, por lo que en una tormenta eléctrica, debemos tratar de estar secos o sobre un lugar seco, nunca bañándolos en el agua que cae, en una piscina o en la playa.
El mejor refugio es estar en la casa, secos y alejados de los objetos metálicos que son buenos conductores eléctricos o también estar dentro de un automóvil sin tocar la parte metálica.
Cuidemos la naturaleza, pero cuidémonos de ella.

Cumplamos la ley del cero del calor

Cuando escucho a un familiar o amigo que me dice que acaba de ducharse y aún así esta sudando, siento el tremendo flujo de ingenuidad de esa persona.  Es evidente, que no conoce  la ley cero del calor.
Ahora que estamos en verano debemos conocer esta ley cero, así podremos administrar mejor el calor que nos agobia, el cual en cualquier momento se puede tornar peligroso y hasta provocar la muerte de algunos.
Como cibaeño, durante años he hablado a mis alumnos de la UASD y de otras universidades, de lo orgulloso que estoy de mi mata de mango en Castillo, provincia Duarte.  He pasado los mejores momentos de mi vida debajo de ella. Es  la sombra más dulce, donde la temperatura en su tronco es inferior en cinco grados a su ambiente. Es  mi mejor antídoto  para el calor de verano.
Los campesinos y los ricos conocen muy bien, por experiencia, la ley cero del calor.  Mientras los primeros, tienen un río donde pasan horas sumergidos,  los segundos tienen su jacuzzi, donde hacen lo mismo y logran igual resultado, una temperatura agradable para pasarla bien.
El problema está con nosotros, la clase media y los pobres, que vivimos en la ciudad y no tenemos acceso ni al jacuzzi, ni al aire acondicionado, ni al río y mucho menos a la sombra de una frondosa mata de mango. La solución: conocer la ley cero del calor y dejarnos guiar por ella, obedecerla como si fuera una ley de estado.
La ley cero nos dice que dos cuerpos al pegarse el uno del otro el que tiene mayor temperatura le transmitirá un flujo de calor al que tiene menos, y al final de un tiempo prudente, ambos cuerpos tendrán la misma temperatura.  El que está caliente, se enfría un poco y el que esta frío, se calienta un poco, hasta quedar ambos a igual temperatura. Este proceso, a diferencia de los procesos eléctricos, que son súper rápidos, son lentos y se toman un tiempo adecuado, a veces de horas.
Si nos damos  una ducha rápida, es poco tiempo para el equilibrio térmico entre el agua y nuestro cuerpo, pero si nos sumergimos una hora o más en un río, un jacuzzi, una piscina o en un tanque de agua, un flujo de calor saldrá de nuestro cuerpo lentamente hacia el agua fría y en media hora o más, nuestro cuerpo habrá expulsado mucho calor, suficiente para sentirnos frescos y en un estado de bienestar, casi de éxtasis, donde no necesitamos  aire acondicionado.
Siempre he aconsejado a mis alumnos y ahora a todos mis lectores, cumplir con la ley cero, aunque sea con un tanque de agua,  para no sufrir de calor, y así estudiar y trabajar con más entusiasmo.
Finalmente, compremos un tanque de agua y todos los días en este verano, vamos a sumergirnos media hora,  sin la elegancia del jacuzzi, pero con el mismo resultado de una temperatura agradable para nuestro cuerpo. Cumplamos con la ley cero y seremos más felices, cooperadores y trabajadores.

Sin 911 no hay democracia

El 911 es el número de teléfono para emergencia, creado en los  Estados Unidos de Norteamérica en 1963. Solo puede usarse para emergencia de violencia intrafamiliar, crímenes, robo, fuego, médico, desastres. Inmediatamente se marca en E.U., responden al llamado la policía, bomberos y médicos. Se salvan miles de ciudadanos al año.
Miles de dominicanos, especialmente ancianos, viven solos y ante una situación de emergencia, no hay un 911 al cuál recurrir como se tiene en las verdaderas democracias. Por eso, tenemos que crear nuestro propio 911 con familiares y amigos, como hacemos con el inversor para la electricidad, el pozo para el agua, y así con todos los servicios que el Estado debería suplir.
La democracia es un sistema para defender los derechos del ciudadano, Es para proteger al hombre y mujer de trabajo, ancianos y niños, de los atentados de los delincuentes y criminales.
Vivimos en una sociedad basada en tecnología de alta velocidad. Por esto, la sociedad de hoy se basa en la rapidez. Estamos asistiendo, a la muerte de la sociedad lenta. Los primeros en adquirir destrezas de tecnología de alta velocidad son los violadores de la ley, criminales, asaltantes y estafadores.
Si los organismos del Estado, defensores de los ciudadanos, tienen tecnología y habilidades más lentas que las de los violadores de la ley, estos últimos toman el control de las calles.
Para perseguir delincuentes barriales, que dominan todos los callejones, se compraron motocicletas Harley-Davidson caras y diseñadas para supercarreteras. Hoy vemos a soldados con fusiles de alto calibre en las esquinas, para los mismos delincuentes, donde un solo disparo podría matar un inocente a varios kilómetros. Esto les produce a los delincuentes el mismo temor que  las Harley. Sería más elegante un soldado con una macana, un radio, un pito y  una motocicleta salta monte y sin faltar una línea 911 que responda  en forma real al llamado.
Tan angustiante situación, reclama a nuestra clase política asumir nuevos rumbos, porque se han  preocupado por tener grandes habilidades financieras, pero pocas estrategias tecnológicas, teniendo por resultado del referido proceder, que todos los problemas que requieren habilidades tecnológicas,  los políticos no han encontrado reales soluciones, como ha sido el  caso de la electricidad, el transporte y la seguridad ciudadana.
Si nuestros líderes políticos, y sobre todo aquellos que tienen la oportunidad de dirigir nuestras entidades estatales, se reeducaran en ciencia y tecnología,  comprenderían mejor esta sociedad tecnológica y se  transformarían en  innovadores, para así convertirse en eficaces agentes y promotores del desarrollo y la paz social.
Gracia a que el presidente Danilo Medina tiene formación como químico, ha comprendido que el 911 es un recurso de alta tecnología,  ideal para reducir crímenes, robos, abusos y muertes en más de un 80 porciento. Por esto emitió el decreto 17-13 que declara de interés nacional el establecimiento de un Sistema Integrado de Emergencias y Seguridad (911).
Debemos unir esfuerzos por un eficiente sistema 911, como garantía de  la paz que  los dominicanos y las dominicanas nos merecemos, además, para que sea un apoyo para la fuente generadora de riquezas que es el turismo, como instrumento vital para ofrecer a los turistas deseosos de disfrutar nuestras envidiables playas y recursos naturales junto a nuestro apetecible sol, ya que lo más importante para ellos es la seguridad.