miércoles, 19 de noviembre de 2014

El turismo distribuidor de riqueza

Hace más de veinte años un turista italiano nos señaló que se iba producir un palpable crecimiento y consolidación del  turismo en la República Dominicana.  Era banquero en su país y sacó esa conclusión de un simple cálculo. En el avión que llegó venían más de cien italianos y según él, todos traían más de dos mil euros para consumirlos en el país. El tiempo ha demostrado que tenía razón.
Se ha hecho evidente que la industria turística, es una de las principales fuentes que nutren nuestro producto interno bruto.  Sin embargo, es una realidad en nuestra nación, que mientras crece el ingreso per cápita, ha aumentado la pobreza de gran parte de la población, en una contradicción que parece inexplicable.
Nosotros creemos que el uso inteligente de la palanca del turismo interno, puede contribuir a resolver esta dicotomía, distribuyendo recursos desde las regiones de más altos ingresos, hacia las regiones menos privilegiadas económicamente, como bien lo ha planteado el Consejo Regional de Desarrollo, Inc. (CRD), en las estrategias que ha formulado para lograr un desarrollo real y sustentable del país.
En esta recién pasada Semana Santa, hubo un flujo extraordinario de turismo interno, lo cual  también se refleja en el feriado en ocasión del día del trabajo. Sería interesante que las entidades bancarias y financieras operadoras de las tarjetas crediticias, publicaran los gastos del turismo interno dominicano en los diferentes polos turísticos con motivos de dichos feriados.  Esto nos daría una radiografía muy útil de como el turismo interno desparrama la riqueza por  las diferentes regiones.
Cuando una familia o  grupos de personas hacen turismo interno, normalmente tienen que llevar cierta cantidad de dinero  para gastar en alimentos, combustible, diversión y posada.  El turismo es un gran distribuidor de riqueza. Por este motivo insistimos en que se dé importancia al turismo interno, en paralelo y en complemento a la llegada de turismo internacional.
Sería muy importante para nuestro país trabajar duro para hacer una franquicia del polo turístico, Punta Cana-Bávaro,  la zona turística más exquisitamente desarrollada  del país, y reproducir su experiencia en todos los polos turísticos definidos por ley en la geografía nacional. Para esto se necesita decisión, coraje y sobretodo un gran liderazgo empresarial y la voluntad política  como se ha conjugado exitosamente en esa zona.
Conforme a  la ciencia física,   la distancia más corta entre dos puntos, no es la recta que los une, sino  el camino de menor energía, por lo tanto, corresponde a nuestro gobierno y  los grupos empresariales,  asumir  respecto a los polos turísticos las mismas iniciativas y políticas  tomadas con relación a  Punta Cana-Bávaro, junto con dotarlos de infraestructuras viales semejantes, además, propulsar el establecimiento de un peaje viable y equitativo que permita un uso masivo de la autopista del Nordeste Juan Pablo II.

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