Cada semestre en nuestras clases de ciencia física en la
universidad, les preguntamos a los estudiantes ¿Cuál es más antigua,
la ciencia o la tecnología? Y siempre contestan erróneamente: la
ciencia, lo cual evidencia un gran vacío de cultura científica en todo
el sistema educativo, que urge ser subsanado como bien lo ha venido
visualizando por más de dos décadas, el Consejo Regional de
Desarrollo, Inc. (CRD), en las estrategias que ha propuesto al país
que se deben asumir para motorizar la promoción humana, real y
sustentable de las dominicanas y los dominicanos.
Resulta primordial asumir el correcto rumbo que ha venido
proponiendo el CRD, en razón que la referida confusión que se
produce en nuestras escuelas y universidades, se constituye en un
elemento bloqueador de la visión del maestro y del estudiante para
tomar decisiones acertadas para sus vidas, en virtud de que para ser
exitoso, debemos saber cuándo actuar como científico y cuándo actuar
como técnico, cuándo actuar como Einstein o Max Planck y cuándo actuar
como Henry Ford o como Steve Jobs, y a tal efecto, comprender a toda
perfección cómo éstos han empujado a la humanidad hacia el camino del
bienestar, con diferentes visiones.
"Estudiemos los descubrimientos de los científicos y sus leyes, pero estudiemos también los inventos de los tecnólogos y su penetración del mercado. Ayudemos a los maestros y estudiantes a ser emprendedores"
La ciencia y los científicos, siempre están orientados a la búsqueda
de la verdad y a descifrar las leyes y los secretos de la naturaleza y
en esto han tenido tantos éxitos que la ciencia ha adquirido tanto
prestigio que los estudiantes no dudan en considerarla erróneamente más
antigua que la técnica. Al científico no le interesa si su
descubrimiento de entrada es útil o no, ni tampoco le interesa al
mercado de consumidores y mucho menos si deja beneficios.
En diciembre de 1900 cuando Max Planck formuló su teoría acertada, de
que la materia era cuántica y Alberto Einstein en 1905 formulò la
teoría de la relatividad, no les interesó y les era ofensivo pensar, que
éstas podían dejarles algún beneficio económico. Ambos eran graduados
universitarios y profesores.
La tecnología y los tecnólogos están orientados a la búsqueda de lo
que sea práctico y útil al hombre. Su visión está orientada a
satisfacer una necesidad del mercado consumidor, sin importar si el
mercado en ese momento conoce que tiene esa necesidad. Son grandes
visionarios. Buscan el beneficio económico con entusiasmo para seguir
adelante con su inventos, por esto patentizan y protegen de inmediato
como una propiedad privada sus inventos.
En 1908 Henry Ford, puso en el mercado su primer carro, cuando el
hombre aún se desplazaba a caballos y en carreta. Muchos
menospreciaron su invento, hasta que después de un trabajo intenso e
inteligente en su taller, lo perfeccionó hasta que desplazó a las
carretas. Hizo una gran fortuna, el 29 de junio del 2007, Steve Jobs
lanzó al mercado el primer teléfono inteligente, el iphone, convirtiendo
a Steve Jobs en uno de los hombres más ricos del mundo. Tanto Ford
como Jobs tenían una gran visión de la humanidad y su destino. Ambos
tenían sus talleres en sus casas, tenían muy pocos estudios académicos,
no visitaban las universidades y llevaron una gran fortuna a su país,
eran emprendedores.
Hay una gran confusión en nuestras escuelas y universidades en la
valoración de estos dos grandes grupos de hombres visionarios de la
humanidad. El prestigio de la ciencia opaca el prestigio de los grandes
emprendedores tecnológicos. Los maestros dominicanos solo destacan el
trabajo de los científicos y tratan con indiferencia y hasta con
menosprecio, el trabajo de los inventores.
El maestro dominicano se emociona con el trabajo de los científicos y
sus leyes y por esto se conforma con repetir y repetir sus leyes. Es
como sí este maestro trabajara en una línea de ensamble repitiendo la
misma rutina de por vida. Es deprimente, debemos ayudarlo a romper este
ciclo, sería un maestro más enriquecido si valorara y estudiara a los
grandes tecnólogos y más interesante si se dedicara en su tiempo libre a
una tecnología o a un arte y le enseñara esto a sus alumnos formando
clubes en las escuelas.
El Ministerio de Educación y el Ministerio de Ciencia y Tecnología
están obligados a ayudar a los maestros y a los estudiantes a salir del
aula y ver el mundo real, para lograr con esto que los mismos
estudien y desarrollen el trabajo de los científicos y sus
descubrimientos y asimismo con igual intensidad estudien y desarrollen
el trabajo de los grandes técnicos y sus grandes inventos.
Estudiemos los descubrimientos de los científicos y sus leyes, pero
estudiemos también los inventos de los tecnólogos y su penetración del
mercado. Ayudemos a los maestros y estudiantes a ser emprendedores,
asumiendo para esa esencial tarea las estrategias que ha venido
sugiriendo el Consejo Regional de Desarrollo, Inc. (CRD), para motorizar
sobre bases sólidas el desarrollo que amerita la República Dominicana.
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