miércoles, 19 de noviembre de 2014

El talón de Aquiles de República Dominicana

Aquiles enfrentó a Héctor frente a la ciudad de Troya, en un combate a muerte, donde Aquiles venció.  Su gran agilidad, gracias a su talón, le permitió superar al gran guerrero Troyano, símbolo de la dignidad, el valor y la humildad.
Aquiles entró vencedor a Troya y una flecha envenenada penetró el talón, su punto vulnerable, el cual le daba la  ventaja sobre contendores que parecían invencibles; y de esta forma murió Aquiles.
La República Dominicana con sus 1288 kilómetros de costas y playas tiene también su talón de Aquiles.  Nuestras playas con su sol, sus oleajes, sus arenas, nos dan una ventaja que nos permite enfrentar sin temor a países gigantescos.
Hace años, la riqueza nacional, se salió de los cañaverales, con su dependencia y esclavitud, y se ha movido rápido y ágil, hacia la industria turística, donde la sonrisa es lo más importante.
Cada año, cuando en el norte comienzan a caer las primeras nieves, miles de turistas ricos, se mueven hacia el sur, buscando sol, playa y seguridad.  Los Estados Unidos de Norteamérica, como país inteligente y desarrollado, le ha vendido a estos turistas la Florida, donde han construido su segunda casa y donde pasan de cinco a seis meses dejando miles de millones de dólares.
Nosotros presentamos a los turistas sol y playa, pero no hemos tenido la inteligencia, ni la habilidad para ofrecerles el tercer elemento, que es la seguridad, la cual el turista rico valora más  que el sol y la playa, ahora vendemos el servicio de todo incluido, que es el turismo pobre que apenas deja recursos.
Cuando el gobierno elabora las políticas de barrio seguro, no dejo de sorprenderme, pues al gobierno se le olvida una política de playa segura, de turista seguro y es como sí cuidáramos los nuevos, pero no la gallina.
Cada turista que es asaltado o muerto en nuestro país, es un atentado contra la principal industria nacional, generadora de riqueza, bienestar y paz para todos.  No lo debemos permitir.
Debemos cambiar el ciclo de pobreza, de  crímenes y asalto a turistas; maestros, policías y jueces mal pagados; por el ciclo de riquezas, turistas seguros;  maestros, policías y jueces bien pagados y felices.
A la agenda de barrio seguro, debemos agregarle la agenda de playa segura y turista seguro. Debemos instalar el 911 a la mayor brevedad.  Seamos inteligentes, cuidemos nuestro talón como lo ha venido proponiendo el Consejo Regional de Desarrollo (CRD) durante dos décadas.

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