La democracia contrario a la dictadura, premia y motiva la creación
de grupos. En este sentido, la escuela dominicana debe desde su
interior, motivar y educar, desarrollando en su sistema educativo una
gran dinámica de grupo.
Hoy el maestro no tiene que concentrarse en desarrollar la capacidad
informativa en sus alumnos, de esto se encarga Google de manera
magistral. Liberado de esta carga, debe concentrarse en la formación de
sus alumnos, en desarrollar sus capacidades estratégicas y
su inteligencia analítica, emocional y social. Para lograr estas metas,
la dinámica de grupo es la respuesta y el lugar donde el maestro y la
escuela como sistema, deben desarrollar su liderazgo.
Llenemos las escuelas de clubes, cambiemos todo el andamiaje de la
educación clásica que se desarrolló en torno a las ideas centrales que
trajo la revolución industrial, donde el maestro se transformó en un
supervisor y tenía la visión de unos alumnos pasivos a quienes rellenar,
incluso utilizando la fuerza y el castigo, de información que hoy
consideramos inútil y manipuladora, contraria a la libertad y a las
críticas.
Hagamos de la escuela un ambiente moderno, amigable y democrático.
Utilicemos la tanda extendida para desarrollar una gran dinámica de
grupo. Formemos clubes de lecturas, clubes de deportes, clubes de
jardinería, clubes de emprendedores, de internet, clubes de estudio de
los problemas de la comunidad y permitamos que los alumnos y maestros
participen en los mismos de acuerdo su vocación.
El maestro debe evolucionar y convertirse un líder, que además de
constituirse en un digno ejemplo del pleno conocimiento de su materia de
estudio, a la vez sea capaz de entrenar a sus alumnos en habilidades
tan importantes como el manejo de la dinámica de grupo, la solución de
conflictos y el control de sus emociones, responsable de los problemas
familiares y sociales.
Para realizar esta transformación, las autoridades del sistema
educativo tienen que ayudar al maestro, a cambiar su visión,
sometiéndolo a un proceso intenso de educación continuada, educación
que es cara, pero que debe ser aportada por el 4%. Se le debe pagar y
exigir a los maestros una cantidad de horas de educación continúa todos
los años.
Como en forma idónea lo ha visualizado el Consejo Regional de
Desarrollo, Inc. (CRD), en sus estrategias para el desarrollo integral y
permanente de las dominicanas y los dominicanos, los recursos del 4 %
deben utilizarse no para repetir más de lo mismo, sino para crear una
revolución educativa que nos permita tener ciudadanos más consciente de
sus deberes y con una formación capaz de innovar y crear cosas
interesantes en todos los medios en que se desarrollen, especialmente
una sociedad más justa y democrática.
Trabajemos, no podemos perder las esperanzas. La sociedad siempre ha
creado sus visionarios que la han conducido a niveles superiores de
desarrollo y de paz. Como escribió Peter Drucker, los planes son
solamente buenas intenciones, a menos que degeneren inmediatamente en un
trabajo duro, como también nos lo sugiere el CRD como la mejor vía
para conducir nuestra nación hacia un rumbo luminoso y fecundo.
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